¿Cuánto cobrar como Asistente Virtual o Community Manager?
- 20 ago
- 3 Min. de lectura
Este es, sin duda, el tema que más dudas genera a quienes empiezan en el mundo del trabajo remoto: cómo ponerle precio a nuestros servicios. La buena noticia es que no se trata de adivinar ni de cobrar “según el país”, sino de entender el valor real de tu trabajo.
Precio vs. Valor de tu trabajo
Lo primero que necesitamos entender es que no es lo mismo precio que valor:
Precio: es la cifra que le pones a tu servicio. Cuánto cuesta en dólares, pesos o cualquier moneda.
Valor: es la percepción que el cliente tiene de ti, de tu especialización, de tu capacidad para resolver un problema real.
Si tu propuesta es genérica —"sé hacer de todo, aprendo rápido, lo que necesites yo lo hago"— el cliente no va a percibir un valor claro. ¿Qué pasa entonces? Te pagan menos.
En cambio, cuando muestras que dominas un área, que tienes una especialización y sabes cómo resolver problemas concretos, el valor de tu trabajo aumenta. Y con ello, también puede aumentar tu precio.
Rompiendo un mito: no cobres según el país
Uno de los errores más grandes es pensar que debes cobrar menos porque tu cliente está en Latinoamérica, o más porque está en Estados Unidos. Eso es un mito.
👉 No cobres según el país ni según el cliente. Cobra según el valor de tu trabajo.
He visto cientos de postulaciones a vacantes de Asistencia Virtual donde todos envían lo mismo: un servicio genérico. En esos casos, las empresas siempre dicen lo mismo: “contratemos al más barato”.
Pero cuando entre 1,000 candidatos aparecen dos o tres que presentan una propuesta clara, con soluciones específicas, la decisión cambia. La empresa prefiere pagar más, porque percibe valor.
¿Cómo aumentar el valor percibido?
Aquí está la clave. El valor de tu trabajo depende de:
Tu nicho: ¿en qué te especializas? (ejemplo: gestión de clientes, soporte en e-commerce, creación de contenido estratégico).
Tu solución: ¿qué problema solucionas al cliente?
Tu forma de entregarlo: ¿cómo demuestras que lo sabes hacer? (portafolio, casos, procesos claros).
Si no defines esto, entras en el montón de “asistentes genéricos”. Y créeme: ese grupo siempre cobra menos.
Métodos de cobro en el trabajo remoto
Existen tres formas comunes de cobrar:
Por hora: ideal para tareas básicas o cuando aún no hay claridad en el alcance. Un rango inicial suele estar entre $4 y $10 USD la hora.
Por tarea: perfecto si entregas un servicio definido (ejemplo: manejo de bandeja de entrada, creación de 10 piezas de contenido).
Por resultado: aquí tu precio está directamente ligado al impacto que generes (ejemplo: un community manager que cobra según crecimiento o ventas generadas).
Nota: existe una fórmula para calcular tu tarifa exacta considerando tus gastos, metas y horas disponibles, pero ese tema lo dejamos para una próxima clase 😉.
Conclusión
El secreto no está en fijar un precio al azar ni en bajarlo para competir. El secreto está en aumentar el valor percibido de tu trabajo.
Si eres genérico, te pagarán poco.
Si eres especializado y aportas soluciones claras, te pagarán lo que realmente vale tu trabajo.
Elige tu nicho, define tu propuesta y aprende a comunicar tu valor. Así no tendrás que justificar por qué cobras lo que cobras: el cliente lo verá claro desde la primera entrevista.


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