La lista definitiva (y extendida) para empezar en el trabajo remoto

Dar el salto al trabajo remoto puede sentirse como entrar a un mundo nuevo. Las oportunidades están ahí, pero también los mitos, la desinformación y la frustración de aplicar y no recibir respuesta.

Por eso, más allá de los básicos que vimos en la clase, aquí tienes una lista extendida y complementada con recursos prácticos, errores que evitar y hábitos que te harán avanzar mucho más rápido.

1. Currículum ATS optimizado: tu primera llave

Un CV mal estructurado es como enviar tu perfil al vacío. Hoy en día, la mayoría de empresas usa filtros automáticos (ATS) que descartan el 70% de los currículums antes de que un humano los lea.

👉 Para evitarlo:

• Usa un formato limpio, sin gráficos innecesarios.

• Incluye palabras clave relacionadas al puesto.

• Adapta tu CV a cada vacante en lugar de usar siempre el mismo.

⚡ Recurso extra: Haz pruebas con simuladores ATS gratuitos para verificar que tu currículum no se bloquea en los filtros.

2. Perfil digital: tu vitrina profesional

Un perfil online bien trabajado es la prueba pública de que eres real y profesional.No tiene que ser en todas las plataformas: lo importante es dominar una.

Opciones:

• LinkedIn: ideal para empleos corporativos y networking.

• Upwork / Freelancer / Workana: para proyectos freelance.

• Glassdoor / Indeed: para vacantes globales.

👉 El error más común: abrir cuentas en todas y no mover ninguna. Elige una, aprende cómo funciona y dedícale tiempo.

3. Portafolio digital: tu experiencia demostrable

El portafolio es la forma más directa de mostrar lo que sabes hacer. Incluso sin experiencia laboral previa puedes crearlo:

• Haz proyectos ficticios (ejemplo: gestionar redes de una marca inventada).

• Colabora en voluntariados o prácticas cortas.

• Documenta proyectos personales.

👉 Piensa en tu portafolio como tu CV visual y práctico. Mientras el CV dice “sé hacer esto”, el portafolio dice: “aquí está la prueba”.

4. Organización digital: el hábito que te hace confiable

En remoto, la confianza es tu moneda más valiosa. Y la organización es lo que mantiene esa confianza.

Herramientas recomendadas:

• Google Drive (archivos y carpetas compartidas).

• Notion o Trello (gestión de tareas y proyectos).

• Calendario digital (para rutinas y plazos).

👉 Consejo práctico: comienza cada día escribiendo las tres tareas más importantes. Esa pequeña rutina evita perder el enfoque.

5. Actitud resolutiva: tu arma secreta

El trabajo remoto no es perfecto. Siempre habrá imprevistos: un pago que no llega, un cliente que pide ajustes, un archivo que no abre.

La diferencia está en tu reacción:

• Una persona bloqueada se queja.

• Una persona resolutiva busca soluciones.

👉 Pregúntate siempre: “¿Qué puedo hacer yo para resolver esto?”. Esa mentalidad sola ya te pone por encima de la mayoría.

6. Comunidad de apoyo: el combustible que te sostiene

Comenzar solo es posible, pero agotador. Una comunidad:

• Te responde dudas más rápido.

• Te motiva cuando quieres rendirte.

• Te conecta con oportunidades reales.

👉 Consejo: rodéate de personas que están en el mismo camino. La motivación compartida hace la diferencia entre rendirse y avanzar.

7. Bonus: la mentalidad correcta

Más allá de herramientas y plataformas, lo que más pesa es tu mentalidad:

• No busques el camino fácil, busca el camino real.

• Normaliza el rechazo como parte del proceso.

• Sé paciente: ningún negocio ni carrera despega en una semana.

👉 Recuerda: No necesitas ser perfecto para empezar, necesitas empezar para mejorar.

Conclusión: menos ruido, más acción

Con esta lista extendida ya no tienes excusas para quedarte paralizado.

1. CV ATS.

2. Perfil digital.

3. Portafolio.

4. Organización digital.

5. Actitud resolutiva.

6. Comunidad.

7. Mentalidad correcta.

Si aplicas estos pasos, estarás mucho más preparado que la mayoría que solo mira videos sin tomar acción.